Podemos hacer juntos este ejercicio. Ir a nuestro lugar preferido, ir cuando no haya nadie mas, lejos del sonido molesto de la ciudad, lejos de las voces de los demás.
Dejar atrás todo aquello que nos impide caminar, simplemente seguir. Si vas a mirar atrás, que sea para aceptar, no hay mejor forma de avanzar, que reconciliarnos con quienes fuimos alguna vez.
Y aquí, estando acompañada de mi pensar, puedo sentir sus palabras rozar mi cuerpo, ya no son extrañas a mi sentir, pero mis oídos se rehusan a esa cosa de oír.
El dia de hoy, se que jamas volvera, es por eso que no tengo tiempo para detenerme a escuchar, palabras que no saben comunicar.
El dia de hoy es solo por hoy, no habra otro igual. El verano se acerca y no hay mejor epoca para la libertad.
Si mis pensamientos son los que siempre me van a acompañar, que suerte debo tener yo, para comprender que para disfrutar, es necesario perdonar. Lleva un poco de razonamiento, una pizca de humildad, el aceptar que uno se equivoca, el pedir perdón, es también una muestra de orgullo. Es por eso que no oculto quien soy, es por eso que cuando pido perdón, me enorgullezco de mi misma, porque soy capaz de aceptar que si hay algo que no necesito que me enseñen, es como mejorar.
Mejor, antes que perder mas tiempo, es alentarse a uno mismo a olvidar. Renunciar forma parte de crecer, y crecer, forma parte de vivir.
Renunciar, perdonar, aceptar, crecer...apreciar la libertad.
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