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jueves, 17 de noviembre de 2011

Vivir de la gente o convivir?

Cuantas veces habremos escuchado (o en algunos casos leido) que se hablo mal de nosotros. Puede ser desde un familiar, un amigo, hasta desde un desconocido en realidad. La gente habla por hablar, todos formamos parte de la gente, todos hablamos.
A mi criterio en estos casos hay dos formas de digerirlo por decirlo de alguna manera, algo como:
*No puedo creer que haya dicho eso de mi! Por que no puede simplemente decirmelo a la cara? Que falso/a que es!!
*No puedo creer que se digan esas cosas de mi, como pueden pensar que yo... ahora como salgo de mi casa...todos piensan que soy....

Ante esto, es probable que nos sumerjamos en ansiedad, preocupacion, rabia, indignacion, e incluso...tristeza. Puede que perdamos nuestro tiempo tratando de demostrar que eso que dijeron no es cierto, estan equivocados. Perder nuestro tiempo ocupandonos de esa persona, de repente, tenemos un cuasi-enemigo, miramos su face todo el tiempo, hablamos de el a cada rato, gastamos nuestra energia en negatividades, energia que bien podriamos usar para algo mas productivo.
Tener en cuenta, es necesario, que no son las cosas las que nos hacen sentir de determinada manera, sino la forma en que las pensamos. Nuestros pensamientos son la clave, la otra persona no es siempre la responsable de como nos sentimos, somos nosotros mismos el problema. Recientemente me ha tocado vivir una situacion como esta, y me sorprendi a mi misma con el siguiente pensamiento:
* Ok, dijeron cosas que nada que ver, pero algo habre hecho para que me interpreten de esa manera, tal vez es la imagen que doy de alguna forma, sin darme cuenta. O puede que simplemente no se podia evitar. En fin, todos hablamos de todo, y la mayoria de las veces no significa nada en realidad. Ir a un cumpleaños y despues decir, ay fulanita estaba re mal vestida, como puede salir asi de la casa! (tipico comentario de cuando no tenes mas nada de que hablar). Porque eso es lo que hacemos, a veces por pasar el tiempo, por aburrimiento, hablamos de los demas. Por lo tanto, ya que somos asi, tenemos que aceptar que tambien a uno mismo algun dia le tenia que tocar.

Ante este sentimiento me senti orgullosa, liberada. Asi es, libre del pensamiento de los demas, libre de la gente. Porque si les damos a ellos la posibilidad de hacernos daño, lo van a hacer, pero sera nuestra responsabilidad, porque como se siente uno ante estas situaciones, depende de los propios pensamientos.

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